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Te duele la mandíbula: ¿Puedes tener problemas en tu articulación temporomandibular?

Problemas de la articulación temporomandibular - Tratamiento con la odontóloga en Bogotá Carolina Gil

Si sientes dolor al masticar, al abrir la boca o incluso al bostezar, puede que estés experimentando una alteración en tu articulación temporomandibular. Soy la Dra. Carolina Gil, odontóloga y cirujana maxilofacial, y a diario trato este tipo de molestias que afectan no solo la función de tu mandíbula, sino también tu calidad de vida. Lo más importante es que tienen solución. En mi consulta te ofrezco un enfoque integral y personalizado para aliviar el dolor, relajar los músculos y devolverte el bienestar que mereces.

Tabla de contenido

¿Qué es la articulación temporomandibular y por qué puede doler?

La articulación temporomandibular, conocida como ATM, es la que conecta tu mandíbula con el cráneo, específicamente con el hueso temporal. Aunque es una estructura pequeña, cumple una función vital: te permite abrir y cerrar la boca, hablar, masticar, bostezar e incluso expresar emociones a través de los gestos faciales. Por eso, cuando esta articulación se ve afectada, las molestias pueden volverse muy limitantes y notarse en casi todas las actividades diarias.

Como cirujana maxilofacial, veo con frecuencia cómo los problemas en esta articulación pueden generar un impacto físico, emocional y funcional en los pacientes. La buena noticia es que, entendiendo bien qué la está afectando, podemos actuar a tiempo y con tratamientos adecuados.

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¿Por qué se inflama o se altera esta articulación?

Una de las causas más frecuentes del dolor en la ATM es el bruxismo, que consiste en apretar o rechinar los dientes, ya sea durante el día o mientras duermes. Muchas veces ocurre sin que te des cuenta, y suele estar muy relacionado con momentos de alto estrés o ansiedad. Este hábito sobrecarga los músculos de la cara, especialmente el macetero, provocando fatiga, rigidez y dolor que se siente al despertar o al final del día.

Pequeños gestos repetitivos como apoyar constantemente la cabeza sobre una mano, masticar siempre del mismo lado o incluso dormir en posiciones inadecuadas también pueden alterar la función de esta articulación. Estos hábitos, aunque parecen inofensivos, generan desequilibrios musculares que terminan causando molestias en la mandíbula.

Cuando los dientes no encajan de forma adecuada, el sistema masticatorio se ve forzado a trabajar de manera desbalanceada. Esto pone presión extra sobre la articulación y los músculos que la rodean, lo que puede llevar a dolor, desgaste dental y problemas funcionales con el tiempo.

Al igual que cualquier otra articulación del cuerpo, la ATM también puede verse afectada por sobreuso. Hablar durante muchas horas, cantar, mascar chicle constantemente o incluso hábitos como morderse las uñas o los labios pueden generar una tensión acumulada en los músculos de la mandíbula que, con el tiempo, se convierte en dolor.

Si tienes dolor al masticar, chasquidos al abrir la boca, rigidez facial o notas que tu mandíbula se traba, no lo dejes pasar. Estos síntomas pueden ser señales de una disfunción en tu articulación temporomandibular.

¿Qué síntomas indican que puedes tener un problema en la articulación temporomandibular?

Cuando la articulación temporomandibular empieza a fallar, tu cuerpo te lo hace saber. Muchas veces estos síntomas aparecen de forma sutil y se vuelven más intensos con el tiempo. Por eso, es importante prestar atención a las señales y no normalizar el malestar.

Estos son algunos de los síntomas más frecuentes que pueden indicar una disfunción en la ATM:

Dolor al masticar, bostezar o hablar

Si sientes una molestia constante o intermitente al hacer estos movimientos, es posible que la articulación esté inflamada o que los músculos estén sobrecargados.

Chasquidos o crujidos al mover la mandíbula

Los ruidos articulares, aunque no siempre van acompañados de dolor, pueden ser una señal temprana de que hay un desajuste en la mecánica de la mandíbula.

Dolor de cabeza o en el cuello

Muchas veces el origen de un dolor que parece tensional está en una disfunción mandibular. El esfuerzo constante de los músculos puede irradiar hacia la cabeza, el cuello e incluso los hombros.

Sensación de mandíbula “trabada” o limitada

Si te cuesta abrir completamente la boca, moverla hacia los lados o sientes que “se tranca”, es una señal clara de que algo no está funcionando como debería.

Tensión constante en el rostro

Esta es una de las molestias más comunes y menos reconocidas. Puedes sentir presión o rigidez en la cara sin identificar una causa aparente, pero suele estar relacionada con la fatiga muscular por bruxismo o sobreuso.

Si experimentas uno o más de estos síntomas, lo ideal es realizar una valoración lo antes posible. Entre más rápido identifiquemos la causa, más sencillo será aliviar el dolor y prevenir complicaciones.

Problemas en la articulacion temporomandibular por bruxismo:¿Qué es y cómo afecta tus músculos faciales?

Muchas personas no saben que tienen bruxismo hasta que empiezan a sentir dolor o rigidez en la cara. El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, y puede presentarse durante el día (de forma consciente o inconsciente) o mientras duermes, cuando es mucho más difícil de detectar.

Aunque parezca inofensivo, este hábito genera una tensión excesiva sobre la articulación temporomandibular y los músculos que la rodean, lo que puede llevar a fatiga muscular, dolor crónico y una alteración en la forma en que abres o cierras la boca. Además, con el tiempo, también puede desgastar los dientes y generar molestias en el cuello, la cabeza o incluso el oído.

El estrés es uno de los principales detonantes del bruxismo. En momentos de tensión emocional, el cuerpo tiende a descargar esa energía a través del sistema muscular, y la mandíbula es una de las zonas más afectadas. Por eso, muchos pacientes comienzan a notar los síntomas justo cuando están atravesando épocas de ansiedad, exceso de trabajo o preocupaciones personales.

El músculo más afectado: el macetero

Uno de los músculos que más sufre con el bruxismo es el macetero, que es el encargado de ayudarte a masticar. Cuando está sobrecargado, puede provocar una sensación de rigidez facial constante, dolor al presionar las mejillas o incluso inflamación.

En consulta, he visto muchos casos en los que el dolor facial está directamente relacionado con un macetero contracturado. A veces, los pacientes piensan que es un problema dental o un dolor de cabeza tensional, pero en realidad es una manifestación de un bruxismo no tratado.

La buena noticia es que esto tiene solución, y abordarlo a tiempo puede evitar que el dolor se vuelva crónico o que la articulación se deteriore.

Muchos de mis pacientes llegaron pensando que su dolor mandibular era algo “normal” o pasajero.

Si tú también estás lidiando con molestias al hablar, masticar o al despertar con la cara tensa, es momento de tomar acción. Estoy aquí para ayudarte a recuperar tu bienestar con un tratamiento personalizado y eficaz.

¿Cómo abordo estos problemas en la articulacion temporomandibular en mi consulta?

Cuando un paciente llega a mi consulta con dolor mandibular, chasquidos o limitación al mover la boca, lo primero que hago es escuchar. Cada persona tiene una historia diferente, síntomas particulares y un contexto que influye en lo que está sintiendo. Por eso, mi enfoque siempre es personalizado, integral y orientado a recuperar la calidad de vida del paciente.

Siempre empiezo con una valoración personalizada

La valoración clínica es el punto de partida. Evalúo la articulación, la musculatura facial, la forma en que los dientes encajan entre sí (oclusión) y, por supuesto, los hábitos y antecedentes del paciente. En muchos casos, también solicito imágenes diagnósticas (como una resonancia o una tomografía) si necesito ver en detalle la articulación o descartar lesiones estructurales.

Durante esta primera consulta, también me enfoco en identificar si hay signos de bruxismo, tensión emocional o patrones musculares alterados. El objetivo es comprender el origen del problema, no solo tratar los síntomas.

Placas miorrelajantes hechas a medida para ti

Una de las herramientas más efectivas en los casos de bruxismo o disfunción temporomandibular son las placas oclusales, también llamadas placas miorrelajantes. Estas férulas se diseñan a medida y ayudan a:

Dependiendo de cada caso, puedo recomendar su uso únicamente durante la noche o también durante el día, si el paciente presenta síntomas más severos. La placa no es una solución mágica, pero sí una herramienta fundamental dentro del tratamiento integral.

Conoce más sobre: ¿Qué son las férulas dentales y las placas neuromiorelajantes?

Tratamiento farmacológico para aliviar el dolor y la inflamación

En las fases agudas del dolor o cuando hay inflamación, complemento el manejo con medicamentos específicos como:

Este tratamiento siempre es temporal y supervisado, con el objetivo de aliviar los síntomas mientras trabajamos la causa del problema.

Trabajo junto a fisioterapeutas especializados cuando es necesario

En muchos casos, los mejores resultados se logran cuando el tratamiento es multidisciplinario. Por eso, colaboro con fisioterapeutas especializados en disfunciones temporomandibulares que nos ayudan a:

Muchos pacientes sienten una mejora significativa después de unas pocas sesiones de fisioterapia especializada. Esta combinación entre tratamiento clínico y terapéutico logra avances más rápidos y sostenibles.

En casos más complejos, recurro a un equipo multidisciplinario

Cuando la disfunción mandibular está asociada a problemas más profundos —como alteraciones en la mordida, desgaste dental severo, o enfermedades articulares— puedo derivar al paciente a otros especialistas con los que trabajo de forma coordinada:

Mi prioridad siempre será buscar la solución más adecuada para cada paciente, con un enfoque completo que no solo alivie el dolor, sino que también prevenga recaídas a futuro.

¿Te sientes incómodo al abrir la boca, hablar o comer? El dolor en la mandíbula puede tratarse de forma efectiva si lo identificamos a tiempo.

¿Cuándo deberías consultar por problemas en tu articulacion temporomandibular?

Muchas personas se acostumbran al dolor facial o mandibular, lo ven como algo pasajero o piensan que no es lo suficientemente grave como para buscar ayuda. Pero te lo digo con total claridad: no deberías vivir con dolor, ni resignarte a que abrir la boca o masticar se vuelva incómodo.

Si has notado alguno de estos síntomas:

… entonces es el momento ideal para hacer una valoración. Entre más temprano identifiquemos la causa, más sencillo y rápido será el tratamiento.

He acompañado a muchos pacientes que han vivido durante años con molestias sin saber que tenían una solución al alcance. No necesitas esperar a que el dolor se vuelva crónico o afecte tu vida diaria para tomar acción.

Estoy aquí para ayudarte a sentirte mejor

Mi objetivo no es solo tratar una articulación, sino ayudarte a recuperar la comodidad y la tranquilidad en tu día a día. Si llevas tiempo con molestias en la mandíbula, dolor facial o tensión al masticar, hablar o bostezar, no estás sola ni solo. Hay soluciones reales y personalizadas para ti.

En mi consulta en Bogotá te ofrezco un acompañamiento completo: desde el diagnóstico preciso hasta el tratamiento adecuado para tu caso. Trabajo con tecnología actual, criterio clínico y un enfoque humano, para que puedas volver a sentirte bien sin dolor ni limitaciones.

Agenda tu valoración conmigo hoy y demos juntos el primer paso para recuperar tu bienestar.

Estoy lista para ayudarte.

Preguntas frecuentes sobre la articulación temporomandibular (ATM)

Sí. De hecho, uno de los síntomas más comunes que veo en consulta es el dolor de cabeza relacionado con la articulación temporomandibular. Cuando los músculos faciales están sobrecargados por bruxismo o tensión prolongada, esa presión puede irradiar hacia las sienes, la frente o la parte posterior de la cabeza. Muchas personas piensan que sufren de migrañas tensionales, cuando en realidad el origen está en la ATM.

El bruxismo (rechinar o apretar los dientes) es una de las causas más frecuentes de los problemas en la articulación temporomandibular. Este hábito, que muchas veces ocurre durante el sueño o en momentos de estrés, genera una sobrecarga constante sobre los músculos y la ATM, provocando dolor, inflamación y alteraciones en la movilidad mandibular. Si no se trata, puede empeorar progresivamente.

Cuando la ATM está inflamada, puedes sentir:

  • Dolor al abrir la boca o masticar

  • Rigidez o sensación de “traba” al mover la mandíbula

  • Chasquidos o crujidos articulares

  • Dolor de oído o sensación de presión

  • Dolor que se irradia al cuello o la cabeza

Si tienes uno o más de estos síntomas, es importante que realices una valoración para evitar que el problema avance.

Los trastornos de la ATM pueden variar, pero los más frecuentes incluyen:

  1. Bruxismo (apretar/rechinar los dientes)

  2. Desplazamiento del disco articular

  3. Artrosis de la articulación

  4. Contractura muscular por tensión o estrés

  5. Luxación o hipermovilidad mandibular

Cada uno de estos puede requerir un enfoque de tratamiento distinto, por eso la evaluación clínica personalizada es fundamental.

Las causas pueden ser múltiples, y muchas veces están combinadas. Algunas de las más frecuentes son:

  • Estrés emocional, que lleva al bruxismo

  • Malos hábitos posturales o mandibulares

  • Mordida desalineada o problemas dentales

  • Traumatismos en la zona de la mandíbula o el rostro

  • Enfermedades articulares, como artritis

Identificar la causa raíz es el primer paso para aplicar el tratamiento más adecuado.

El tratamiento dependerá del diagnóstico específico, pero en la mayoría de los casos se puede manejar sin cirugía. En mi consulta, utilizo un enfoque integral que puede incluir:

  • Placas miorrelajantes personalizadas

  • Medicamentos para aliviar el dolor y relajar los músculos

  • Fisioterapia especializada en ATM

  • Corrección de hábitos y orientación postural

  • En algunos casos, trabajo con un equipo multidisciplinario (ortodoncia, psicología, medicina interna)

El objetivo es reducir el dolor, mejorar la movilidad y prevenir nuevas recaídas.

En la mayoría de los casos, sí. Cuando se identifica a tiempo y se aplica el tratamiento adecuado, los síntomas pueden desaparecer completamente o controlarse muy bien. El éxito depende de un diagnóstico preciso, del compromiso del paciente con el tratamiento y de atender no solo el dolor, sino las causas que lo generan.

Algunos dolores mandibulares pueden confundirse con dolores dentales, y viceversa. Si el dolor aparece al mover la mandíbula, si escuchas chasquidos o sientes tensión al hablar o masticar, es probable que se trate de un problema en la articulación temporomandibular. En mi consulta realizo una valoración completa para identificar claramente la causa del dolor.

No necesariamente. Hay personas que bruxan y no sienten dolor por mucho tiempo, pero eso no significa que no estén generando daño. El bruxismo puede causar desgaste dental, sobrecarga muscular y, con el tiempo, afectar directamente la articulación. Incluso si no sientes dolor, es recomendable evaluarte si sospechas que estás apretando los dientes.

Ignorar el problema puede llevar a complicaciones como dolor crónico, limitación funcional, desgaste dental, inflamación persistente e incluso problemas para abrir o cerrar la boca. Cuanto antes se trate, mejor será el pronóstico y más rápido será el alivio.

Sí. Dormir en malas posiciones o con el cuello mal apoyado puede aumentar la tensión en los músculos del rostro y cuello, empeorando los síntomas mandibulares. Además, el estrés acumulado y la mala calidad del sueño pueden incrementar el bruxismo nocturno. En consulta también te doy recomendaciones para mejorar la higiene del sueño.

Solo en casos muy avanzados o con alteraciones estructurales severas. La mayoría de los pacientes mejoran notablemente con tratamientos conservadores como férulas, fisioterapia, medicamentos y corrección de hábitos. La cirugía es una opción, pero solo cuando todas las demás alternativas no han dado resultado y hay una indicación clara.

Dra. Carolina Gil – Estética Dental de Alta Calidad

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